España. Jmg (noticia publicada el 21/02/2014
en www.elconfidencial.com)
La
imagen ha dado la vuelta al mundo. El jugador Jona del Real Jaén, después de
marcar un gol, levantó su camiseta para mostrar otra que tenía debajo, en la
que se podía malamente leer, “Ánimo pequeñines, Día internacional contra el
cáncer infantil”.
Su
acción totalmente desinteresada y honesta, fue un gesto que le honró como
persona por su bondad y ternura. Quiso acordarse con dicho acto, de los niños
que sufren esta maldita enfermedad. Esos pequeñines indefensos, y que aún
siendo tan jovencitos viven el mal trago, de afrontar y combatir al horrible cáncer.
Aún
así, seré sincero cuando digo, que esta noticia por sí sola no hubiera tenido
ni mucho menos, la repercusión que ha tenido en casi todos los medios del mundo,
sino no es porque a dicho jugador del Jaén, la Federación de Fútbol Español le
multó con 2.000 Euros por realizar dicho acto.
Jonathan
Mejía Ruiz, que así es el nombre completo de este jugador del Jaén, no se
imaginó ni por un solo momento, que al ayudar a los niños enfermos de cáncer
simplemente brindándoles un gol, podía causarle una multa económica.
La
normativa dice, que está prohibido quitarse la camiseta a la hora de celebrar
un gol o en cualquier momento del partido, y menos mostrar debajo de la misma
cualquier tipo de “publicidad”.
No
entraré si está normativa me parece justa o no, porque no es la razón por la
cual analizo esta noticia, pero evidentemente, no me parece para nada normal
que se pueda llegar a multar a alguien, por acordarse de los niños enfermos, o
por acordarse por de un compañero lesionado, o de un compañero fallecido, como
ha sucedido en otros casos.
La
normativa debería contemplar “casos excepcionales” en los que por ética, y por
sentido común, no pasaría absolutamente nada, si un jugador la incumple. Porque
no nos vamos a engañar, la multa se la pusieron al jugador del Jaén de manera
inmediata, sin llegar a pensar si el acto de humanidad del jugador, incumplía o
no verdaderamente la norma. Y solo, cuando el club de fútbol planteó el
recurso, entonces es cuando el Comité de Apelación de la federación Española de
Fútbol, ha reculado, y han retirado dicha multa.
Estoy
convencido, que la gran repercusión que ha causado la multa en medios de
comunicación del mundo entero, también ha influido para que hayan decidido
anular la sanción. Pero no debería nunca haberse llegado a este punto. Espero
y deseo, que para los próximos casos similares que puedan suceder, se tenga
mucha más sensibilidad desde los responsables de poner dichas sanciones, y
valoren y entiendan que el fútbol es un deporte maravilloso, porque gracias a
él, podemos descubrir muchísimos valores, que luego podemos aplicar en la vida
cotidiana de cada uno.
Valores
como la deportividad, el compañerismo, el trabajo en equipo, la solidaridad, la
competitividad, la honestidad, la humildad, y muchos más, deberían desprenderse de este deporte, y el gesto que ha tenido Jona con su
grandioso corazón, es un fiel ejemplo de ello.
Multar
este acto, es ir en contra de todos estos valores, y no entender para nada la
esencia del deporte, ni del fútbol. Y como dice el refrán, “más vale tarde que
nunca”. El
Comité de Apelación de la federación Española de Fútbol, está para multar el
juego sucio, la violencia, y todo lo que se salga de los valores que he
mencionado anteriormente.
Aparte
de esto, la verdad no se qué criterios
utilizan para cuantificar la cantidad de las sanciones, pero me parece que
existe una descompensación en las mismas. Porque no es nada lógico que se
multara con 600 Euros la acción de agredir con un mechero a Cristiano Ronaldo,
un acto grave de violencia directa en un partido de fútbol. Y en cambio, se
quisiera haber multado con 2.000 Euros la acción de levantarse una camiseta,
acto en el que por mucha publicidad que tuviera debajo, nunca sería una acción
violenta. ¿Tiene algún sentido?
Esto
no deja de ser una noticia aislada, que ha tenido una gran repercusión, pero
cuantos casos cotidianos del día a día habrá fuera y dentro del deporte, que
nos afectan a todos, y en los que estamos siendo juzgados por normativas, leyes
y decretos, que no se basan ni mucho menos en el sentido común, y que son interpretadas
por sus responsables de una manera mecánica, sin tener en cuenta la ética ni la
moral.
(fuente imagen, jaendxt.blogspot.com)
Jmg
En España la solidaridad es penada y el terrorismo alabado
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