España. Jmg
(noticia publicada el 31/03/2014 en www.lavanguardia.com)
El 8 de
junio siete grandes capitales Europeas, se llenarán de castells, para reivindicar
el referéndum sobre el independentismo de Cataluña sobre España. El proyecto lo
encabeza, Ómnium Cultural, y según ellos mismos, su propósito es el siguiente
“Queremos que el mundo sepa que queremos votar”.
En mi
opinión, se está utilizando la cultura, y las tradiciones catalanas existentes,
para politizarlas, y poner al servicio de una causa, en la que no todos los
catalanes están de acuerdo.
Habrá catalanes,
que estén a favor de dar publicidad al mundo entero sobre sus tradiciones,
cultura, gastronomía, turismo, u otros activos y puntos fuertes de esta
Comunidad Autónoma Española, pero eso no quiere decir, que tengan que estar de
acuerdo obligatoriamente, con la intención de consulta en la que se quiere
realizar en Cataluña, para saber si desean o no independizarse de España.
A un catalán
que le guste los castells, o el caga tió, o la sardana, o la butifarra, o el
fuet, o la coca catalana, o el cava, o cualquier otra cosa característica y
típica de Cataluña, no tiene porque estar a favor del independentismo catalán.
No tiene ninguna lógica ese razonamiento. Esta forma de pensar, es como poco a
mi parecer, de un sectarismo espectacular.
¿Quién se
creen los partidarios del independentismo catalán, y sus fuerzas políticas,
para apropiarse y hacer suyo, todo aquello que sea propiamente catalán?
Además no
entiendo la necesidad que tienen de internacionalizar un conflicto político,
donde debe solucionarse exclusivamente entre todos los españoles. Todos
decidimos cual es nuestro destino, y por muchas campañas que hagan a nivel
Europeo, a favor del independentismo catalán, no harán cambiar las reglas del
juego, ya que todo aquello que este fuera de nuestra constitución, y no sea
democrático, no tendrá ningún tipo de cabida.
Otra cuestión
importante, es que también debería haber una mayor transparencia el origen del
dinero con el que se está subvencionando todo este tipo de proyectos, campañas,
y actos a favor de las propuestas independentistas. Si todos estos gastos, estuvieran mucho mejor
explicados, y supiéramos las partidas económicas de donde salen, sería mucho
mejor para todos los españoles.
España, es
un país maravilloso, con una riqueza incalculable, con amplísimas y variadas
tradiciones, culturas, historias, gastronomías, repartidas en cada una de sus regiones. El
promocionar mundialmente todas ellas, tanto de forma individual, o bajo la
“marca España” es totalmente legítimo y necesario. Pero que algunos, quieran
apropiarse de esta riqueza, que es de todos, para sacar rendimiento político de
ello, es simplemente, miserable.
Jmg (fuente
imagen, construcio21.eu)
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