España. Jmg (noticia
publicada el 03/06/2014 larazon.es)
Ha comenzado
el tiempo en el que los fieles peregrinos, tanto andando, a caballo, en carruajes, y hasta en barcazas cuando
tienen que atravesar el Guadalquivir, empiezan a recorrer el largo camino hasta
Almonte, para llegar al “Rocío”.
Las
diferentes hermandades, como todos los años por tanto, han comenzado su devenir
anual, por el cual después de estar un año entero esperándolo, empiezan este
largo y duro camino, pero a la vez apasionante y sentimental.
La fe y el
espíritu religioso debe ser el factor más determinante para realizar el camino
hacía el Rocío, de hecho existen misas, rosarios y plegarias a lo largo del
recorrido. Esto no quiere decir, que también existe un gran componente festivo
y lúdico en este trayecto.
Y muchos son
los que compaginan tanto misas y rosarios, con bailes y rebujitos. Pero lo que
sí está claro, es que el camino hacía el Rocío, tiene un coste alto económico.
Y como todo en
la vida, uno se podrá llegar a gastar lo que pueda o quiera, y en este sentido
se puede ir al Rocío con un presupuesto lo más ajustado posible, o el que pueda
permitírselo, tener la suerte de tener todo tipo de lujos, comodidades y
privilegios.
Y así uno se
puede llegar a gastar en poco más de tres días de camino, cerca de los 1.000
euros o más, o en cambio, poder hacerlo en condiciones mucho más sencillas y baratas,
en mucho menos de la mitad.
Las
comodidades se pagan, y no es lo mismo ir andando, llevando lo justo, que ir en
un carruaje, con cocineros y alojamientos propios, y un sinfín de comodidades
más. En estos momentos de crisis, se deben ajustar mucho estos tipos de costes,
para que el mayor número de personas posible, pueda costeárselos, y no dejar de
hacer el camino al Rocío por falta de recursos económicos, pues sería una
verdadera pena.
Aún así,
para muchos podemos tener una visión equivocada al respecto. Y apreciamos desde
fuera y por lo que los medios de comunicación nos transmiten año a año, que
este camino tiene como poco en un gran sector de sus participantes, un toque
algo elitista, en el que no todos pueden permitírselo.
A favor
diré, que persona que va al Rocío, tarde o temprano acaba por repetir, ya sea
por su experiencia tanto en su faceta religiosa, o festiva, o en ambas, la
gente acaba entusiasmada por su asistencia a tal evento tan espectacular y tan
diferente por multitud de factores.
Jmg (fuente imagen,
enfoque10.com)
Toda mi vida he ido al Rocio hasta que no pude por mi salud, es una maravilla, pero si es verdad que todo cuesta dinero, y no siempre se puede pagar.
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