El mundo.
Jmg (noticia publicada el 21/03/2014 en www.larazon.es)
El día mundial
del “Síndrome de Down” hace que por lo menos una vez en el año, se hable de
estas personas tan maravillosas. Porque tener este síndrome, no significa tener
que estar discriminado, condicionado, y vivir en inferior de oportunidades,
respecto al resto de las personas. La igualdad para mí sería la palabra clave
sobre este tema.
Una persona
con “Síndrome de Down” tiene sus limitaciones tanto físicas, como
intelectuales, pero como cualquier otra persona. La cuestión reside, en saber
convivir con ellas, en quererse a uno mismo tal y como se es, y en esforzarse
día a día un poquito más para mejorar.
Vivir el
momento con una sonrisa, ver el vaso siempre medio lleno. Ser positivo, y ver
las infinitas posibilidades que nos puede brindar la vida, todo esto es una
filosofía de vida más que coherente. Y en todo esto, por regla general las
personas que tienen el “Síndrome de Down” nos llevan una ventaja enorme.
Es
admirable, como afrontan los problemas cotidianos que todos tenemos, que en su
caso son mucho más numerosos, y en vez de venirse abajo, intentan valorar las
posibles soluciones, para seguir hacía delante, en vez de venirse abajo. Saber
agradecer el amor de sus seres queridos, y de las personas que les rodean, y
sobre todo, desprender mucho más amor del que reciben, es un ejemplo que todos
deberíamos aprender.
En estos tiempos que corren, donde parece que sólo
salen hacía delante, aquellos que se aprovechan de los demás, sin tener ningún
tipo de miramientos, unas gotas de inocencia y de pureza, no le vienen mal a nadie.
Hoy en día,
gracias al esfuerzo que llevan realizando durante tantas décadas las
asociaciones y colectivos pro “Síndrome de Down”, han hecho que su inclusión en
el mercado laboral, sea un poquito más fácil. Cada vez existen personas mejor
formadas académicamente, y existen muchos acuerdos con empresas, y proyectos de
negocios que han apostado claramente por darles una oportunidad.
Todos nos
merecemos que alguien confié en nosotros por lo menos una vez en la vida. Y
luego dependerá sólo de nosotros, saber aprovechar esta oportunidad, y
demostrar a la sociedad, que somos
totalmente válidos para desempeñar el trabajo por el cual hemos sido
seleccionados.
Pues una
persona con “Síndrome de Down” necesita también esa oportunidad. Su preparación
profesional hará el resto, y cualquier empresario que se las brinde, saldrá
totalmente gratificado tanto en lo laboral, como en el trato personal.
Jmg (fuente
imagen, desarrollosindromedown.blogspot.com)
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