El mundo. Jmg
(noticia publicada el 10/06/2014 diariodejaen.es)
En estos
días, muchos hemos sido los que desgraciadamente hemos oído por primera las
palabras “salto BASE”. Y todo esto se debe gracias al fatídico accidente que
sufrió el prestigioso chef español, Darío Barrio, por el cual perdió la vida.
El “salto
BASE” es una modalidad del paracaidismo, donde se salta normalmente desde un
punto fijo, y no hace falta decir, ateniéndonos a los hechos, que es bastante
peligrosa y conlleva un gran riesgo real. Es necesario tener una gran experiencia
previa como paracaidista. Grandes expertos, comentan que como mínimo se debe de
haber hecho 200 saltos de paracaidismo previos, antes de avanzar hacía el “salto
BASE”.
Esto no
quiere decir, que como en todo deporte de riesgo y de aventura extrema, no se
tengan todas las medidas de seguridad necesarias, y se tenga a priori casi todo
controlado, para que el margen de imprevistos, e irregularidades una vez en
pleno salto, sea lo menos posible, y en caso de suceder, se puede corregir y
minimizar en su mayor magnitud. Pero aún así, puede y de hecho suceden, casos
en los que por diferentes factores, que bien pueden ser ajenos a toda medida de
seguridad existente, hagan que un salto BASE, acabe convirtiéndose en una
verdadera tragedia.
Para muchos,
este deporte es considerado como una verdadera locura, en el cual hay que tener
un gran valor y gran personalidad, para tomar la decisión de poderlo llevar a
cabo. Para mí personalmente, creo que jamás podría atreverme a realizarlo.
Pero
a todos aquellos que lo practican de una forma asidua, tienen todo mi respeto y
mi admiración por ello. La libertad
reinante, mezclada con un estado de adrenalina pura, junto con un toque de autosuperación,
parece ser parte de los ingredientes por los que se opte a probar por el “salto
BASE”.
Aparte del
accidente de Darío Barrio, que parece ser que ha sido el que mayor repercusión
mediática ha tenido, otras personas por desgracia también han sufrido la misma
suerte. No debemos olvidarnos del fallecimiento de Álvaro Bultó, el cual era
amigo del reciente fallecido, y compartían el gusto por diversos deportes de
aventura extrema. Y de Manuel Chana, empresario hostelero, y el cual introdujo
a Darío Barrio en esta afición.
Los tres han
corrido el mismo destino, eran amigos, conocidos, y con la mala suerte de
fallecer siendo relativamente jóvenes, pero por lo menos, realizando una de las
experiencias que más les llenaban, y con las que estaban enganchados.
Jmg (fuente imagen,
ociomaldito.com)
Aunque este controlado mira lo que pasa. Me parece que valorar la vida el que se tira, aunque cada uno que haga lo que quiera.
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