Noticia
nacional. Jmg (publicada el 11/11/2014 elmundo.es)
Roberto
Rivas, el bombero que se negó el año pasado a actuar en un desahucio sobre la
casa de una anciana en una localidad de A Coruña, ha sido multado con 600€.
Según el mismo bombero “volvería repetir dicho acto, porque creo que los
bomberos no estamos para trabajar en este tipo de situaciones”.
El motivo de
la multa, según los tribunales ha sido por incentivar y provocar al público con
dicha acción, incumpliendo su trabajo, y alterando el funcionamiento normal del
desahucio, el cual quedo paralizado.
No quiero
ser demagógico a la hora de analizar esta noticia, puesto que de cara a la luz
propia parece más que lógico, que multar a este bombero parece una medida totalmente
desproporcionada, y más por el motivo que lo han justificado. Aunque a algunos
les pueda parecer lo contrario, puesto que incumplió las ordenes de sus jefes
en su profesión.
El bombero
bajo mi opinión, pudo negarse en condición de persona como otra cualquiera, a
tomar parte de un acto, que él cree totalmente injusto. Pero eso no quiere
decir, ni mucho menos que ese comportamiento individual de Roberto Rivas, no
deba asumir las consecuencias laborales que le haya podido ocasionar. Otra cosa
muy diferente es, que tenga además que asumir unas consecuencias legales.
Ya que los
tribunales gallegos, calificaron la negación de no actuar en el desahucio por
parte de Roberto Rivas, como una provocación para incitar al púbico, y que
estos se enfrentasen a los miembros de la seguridad del Estado, alterando el
funcionamiento normal de los hechos.
Esto es ir
demasiado lejos, y hacer una interpretación muy personal de los sucesos acontecidos.
Como he dicho el bombero, obró de manera individual, sin querer alterar a
nadie, ni provocar ningún tipo de altercados. Y si los hubo, fue porque la
gente alabo en su momento al bombero, y vio que su negativa era un acto de
rebeldía más que justificada, y quisieron apoyarle, ni más ni menos.
Los casos de
desahucios en España, aunque nos dijeran desde el gobierno que se paralizarían,
siguen y siguen. Y para mí gusto, habría que analizar cada caso de forma
totalmente individual, examinar los motivos de impagos, ver las posibilidades
económicas posibles, acuerdos con el banco, y sobre todo ver la situación
social, edad, y alternativas reales que tienen las personas a las que se les va
a dejar fuera de sus casas.
Siempre el
desahucio debe ser la última opción posible, cuando todas las demás no hayan
funcionado, o cuando no existe posibilidad de ninguna otra, pero antes, siempre
puede promover alquileres sociales, mejorar las condiciones económicas con el
banco, cualquier otro tipo de ayudar, o realizar un análisis de posibles
ilegalidades, para poder proceder contra el desahucio.
Cuando
además, estamos hablando de una mujer que supera los ochenta años, y no tiene
ningún otro sitio donde ir si se le echa de su casa, el problema social se
incrementa mucho más. Es más que lógico, que dejemos a un lado las leyes, que
por existir, no quiere decir que sean justas del todo, y que podamos abrir un
poquito las mangas, para intentar buscar soluciones, en vez de ejecutar de una
manera sistemática y robótica las acciones de desahucio.
Roberto
Rivas, como muchos ciudadanos españoles, actuó de muy buena fe, sin pretender
provocar nada, solamente no ir en contra de sus ideales y maneras de pensar, y
por ello se le ha multado.
Jmg (fuente
imagen, lavozdegalicia.com)
Me quito el sombrero ante este tio
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