Noticia
nacional. Jmg (publicada el 19/11/2014 larazon.es)
Ha fallecido
la “Duquesa de Alba” y atrás nos deja una vida totalmente apasionante y llena
de grandes acontecimientos, pero también de gestos y acciones totalmente
anónimas, que marcaron desde bien pequeñita la personalidad de esta gran persona.
En el
análisis de la noticia de hoy, no quiero afrontarla desde el punto de vista
biográfico, porque ya habrá muchos otros que lo harán muchísimo mejor de lo que
podría hacerlo un servidor. Durante estos días estaremos oyendo cientos y
cientos de anécdotas de la vida intensa de la Duquesa de Alba, con las que
podremos hacernos una idea, de cómo era ella en el tú a tú.
Lo que si
tengo claro, desde la visión de alguien que no la conoció personalmente, y
teniendo sólo la apreciación sobre ella, de lo que nos muestran los medios de
comunicación, como la infinidad de las personas de este país, puedo afirmar que
no era una persona que me cayera mal, y eso era mucho decir en estos tiempos.
Es más,
tenía hacía ella una cierta simpatía de ver como alguien durante toda su vida
ha hecho lo que ha querido, saliéndose de lo marcado en cada momento, y siendo fiel a ella misma.
Y sin tener en cuenta para nada lo que
dijeran de ella los demás. Muchos dirán
que teniendo el puesto dinástico el cual disponía, y con los recursos
económicos a su alcance, era muy fácil hacer y ser lo que uno quisiera.
Pero no
es así. Muy pocas personas, por no decir casi ninguna que tenga un puesto
similar al suyo, con una alta responsabilidad en alguna faceta social o pública
de este país, han despertado en el pueblo llano, una simpatía casi generalizada,
y una empatía hacía los demás.
Y conseguir
eso no es nada fácil. La Duquesa de Alba simplemente fue ella misma, sin
maquillajes y sin falsedades, con sus virtudes y errores. Muchos hablan de
ella, como una persona alegre, y quería disfrutar de las cosas que realmente le
hacían feliz, y no perder el tiempo, con las que le aburrían o no la llenaban.
También
hablan de ella, que tenía un grandioso corazón, y era generosa y humilde, hasta
límites que muy pocas personas lo conocen. Según esas mismas personas, la
Duquesa de Alba, debió siempre ayudar dentro de lo posible a todo tipo de
personas, con gestos, acciones, y comportamientos en muchos casos totalmente
anónimos, y sin pretender salir en los medios de comunicación, para darse auto
publicidad.
Tuvo que
repartir en vida su herencia, para poder casarse por última vez, aunque esto le
supusiera ir en contra de toda su familia. Ese fue su último gran ejemplo de
rebeldía de la Duquesa de Alba, hizo lo que quiso, sin depender de las
opiniones de nadie, ni de su familia.
La figura de
esta emblemática mujer estará en la historia de España, pero para la
ciudadanía, o por lo menos, para mí, la recordaré como alguien jovial, sin
perjuicios de una misma, y que quiso ser feliz en todo momento. Además apenas
existe gente que salga diciendo que ella la hizo daño o la perjudicó en algo. Y
eso es muy complicado de producirse siendo quién era.
Jmg (fuente
imagen, economiadigital.es)
Esta persona podría haber hecho mucho más por los campesinos y agricultores andaluces.
ResponderEliminarComo dice el compañero, la duquesa se Alba, se lleva la mayor parte de subvenciones de europa al cultivo, debido a su extension de campos, concretamente creo que es a los olivos. A mi eso tampoco me parecia justo.
ResponderEliminarSi les pertenecían la subvención ¿Por qué van a prescindir de ella?.
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