LA CUARTA PARTE DEL P.I.B. ESPAÑOL ES EN "B" ¿CON O SIN FACTURA?

Me ha llamado poderosamente la atención esta noticia, en un análisis rápido y directo, diré que me parece una cantidad totalmente escandalosa que nuestra economía sumergida, ya suponga prácticamente una cuarta parte del producto interior bruto de nuestro país. Toda nación siempre tendrá una cantidad de economía "en negro", porque es imposible eliminarla por completo, pero llegar a las cifras con las que nos manejamos, me parece casi de país tercermundista.

Llevamos ya prácticamente cinco años inmersos en la mayor crisis económica que hemos conocido desde hace décadas, y este ha sido un factor determinante para que ahora nos encontremos con esta dura realidad. En estos cinco últimos años, la economía "en negro" de España, ha ido creciendo cada vez más, y a corto plazo sinceramente no se espera que haya un descenso sustancial, más bien lo contrario.

Mientras la tasa real de desempleo que hay en nuestro país, no comience a bajar de manera continuada y en números relativamente importantes, no creo que la economía sumergida descienda.Y hay un claro ejemplo, que indica que así será, ya que en las Comunidades Autónomas de España donde hay mayor número de gente en paro, la cantidad de la economía sumergida por número de habitante es mayor. Y en las Comunidades Autónomas, donde el paro tiene unas cifras con menos desempleados, la cantidad de economía sumergida por habitante es menor.

Podemos afirmar con rotundidad que el paro y la economía sumergida van unidas de la mano. Cada gobierno que ha tenido nuestro país, ha querido luchar contra el fraude fiscal, y contra la economía en "B". Y hasta han tomado medidas para que en determinadas situaciones, poder "correr un tupido velo", y hacer que personas que habían defraudado, pudieran ingresar ese dinero de forma legal, sin que tuvieran consecuencias. A veces parece que todo es válido, si las arcas del Estado aumentan.

Es más que comprensible que el Estado luche contra la economía sumergida, y lo haga con todas las herramientas con las que disponga, pues cuanto más dinero se declare al Estado por las actividades económicas realizadas, más dinero dispondrá nuestro país, para poder realizar todo tipo de mejoras, propuestas, infraestructuras, planes, proyectos, saneamientos, y un sinfín de cosas, que hagan que nuestra calidad de vida cada vez sea mejor. Otra cosa es que el gobierno que haya en cada momento, sepa distribuir correctamente la riqueza que posee gracias a nuestros impuestos, entre las verdaderas prioridades que tengan los ciudadanos del país.

Pero también el Estado tiene que entender, que cuanto más presione tanto a las personas físicas como a las empresas, subiendo impuestos como el I.V.A, el I.R.P.F y el impuesto de sociedades, no va a recaudar más. Si bajara la presión fiscal, a todos nos iría muchísimo mejor, el consumo seguro que subiría, y la gente defraudaría mucho menos.

El problema radica en que en estos momentos, hay un gran número de españoles que tienen que recurrir a la economía sumergida para poder sobrevivir, y poder llegar a final de mes. Personas que están desempleadas, que no tienen ningún tipo de prestación o ayuda económica, personas que aunque trabajen lo hacen cobrando parte en "A" y otra parte en "B", y personas que aun teniendo su nómina totalmente legal, cobran tan poco, que tienen que recurrir a las "chapuzas", para poder completar sus ingresos.

Esta es parte de nuestra realidad actual, pero hay que ser sinceros, y reconocer que hay otros muchos que pudiendo hacer las cosas bien, porque tienen medios económicos para ello, también prefieren no rendir cuentas a hacienda, y tener parte de sus negocios bajo cuerda, trabajando en dinero negro. Como en la "villa del señor", hay de todo.

Esto conlleva, a que no todas las personas puedan competir en el mercado en igual de condiciones, por ejemplo un autónomo que tiene su tienda pequeña de reparaciones en el barrio, y que cumple estrictamente con la ley, esta compitiendo con otra persona, que tiene un negocio parecido al suyo, pero que realiza parte de sus trabajos sin factura.

Aunque pueda el ejemplo parecer una gota insignificante, la suma de muchas gotas forman un gran charco, que es a lo que hemos llegado en estos momentos. Para ser justos, también hay que puntualizar, y decir que por mucho que pueda defraudar un persona normal a título particular, nunca será comparable con las cantidades astronómicas de dinero, que grandes empresas y multinacionales, intentan defraudar al Estado. Y con ellas son con las que más se tendrían que centrar los inspectores de hacienda, si quieren reducir drásticamente la cantidad de economía sumergida en España.

En mi opinión, habría que diferenciar por tanto, las personas que utilizan la economía sumergida, porque es la única manera de poder llegar a fin de mes, y de poder tener un sustento económico, que de otra manera según están las actuales situaciones laborales sería prácticamente imposible lograrlo, de las personas que aún pudiendo poder realizar correctamente y legalmente el total de sus transacciones económicas en "A", prefieren hacer parte también en "B" para así ahorrarse pagar una cierta cantidad al estado por medio de impuestos. 

En ambos casos esta mal, pero si bien la primera, obedece en gran parte a un problema coyuntural de la situación económica actual, y con la que hay que ser conscientes, en la segunda, son personas que siempre defraudarán independientemente de su situación económica.

                                                     (fuente imagen, abc.es)

Jmg