España
(noticia publicada el 12/02/2014 en www.elpais.es)
El anteproyecto de la nueva ley del aborto
ejecutada por el actual ministro de justicia, Alberto Ruíz Gallardón, está
dando muchísimo juego político. Este anteproyecto está siendo causa de
continuas críticas desde prácticamente toda la oposición, y hasta han aparecido
voces disconformes dentro del mismo partido popular.
Una de estas personas, es Celia Villalobos, la
cual no le importa reconocer públicamente su no conformidad con el actual
anteproyecto de ley. Y este acto en mi opinión, es para alabarla, porque todos
sabemos que no es nada fácil dentro de cualquier organización política, ir en
contra de una ley, o de una decisión que dicte un partido político, y más en un
tema tan delicado como esté, el cual según mi postura, trasciende mucho más que
la política, y llega a la esencia de los valores, de las creencias religiosas,
de los sentimientos y prioridades que tenga cada uno en la vida.
El PSOE ha intentado mediante la votación que
tenía por finalidad rechazar el anteproyecto sobre la ley del aborto, que los
diputados del PP pudieran “romper filas” y que cada uno votará lo que realmente
pensaba sobre la ley, sin seguir la decisión y la disciplina de partido. Y de
esta manera, haber conseguido una fractura dentro del mismo PP.
No lo han conseguido, pero eso no quiere decir,
que los diputados del PP no hayan votado en consecuencia, siendo fieles a ellos
mismos, y sin tener en cuenta la doctrina, marcada por su partido. Como he
dicho anteriormente, el tema del aborto, es un tema muy delicado, a tal punto,
que ha llevado a crear separaciones, y divisiones de opinión claras y rotundas,
entre altos cargos del partido popular, y esto no sucede ni mucho menos con
frecuencia.
Aunque no se haya conseguido echar para atrás
este anteproyecto, eso tampoco quiere decir, que las aguas se hayan calmado
dentro del PP. Cada uno seguirá teniendo su misma opinión al respecto, lo único
que se ha dejado claro, que con casi toda seguridad el anteproyecto, con o sin
consenso con el resto de los partidos políticos, seguirá su cauce y acabará
siendo aprobado como ley.
Soy de los que pienso, que siempre cuanto más
acuerdos haya a la hora de aprobar una nueva ley, mejor será para todos, porque
eso quiere decir que mucha más gente está en sintonía, aunque al final todos
tengamos que aceptarla y cumplirla. Mi opinión personal sobre este tema, tengo que
reconocer que es un poco ambigua, porque esta noticia me gustaría que fuera
analizada bajo dos vertientes. Una bajo el punto de vista de la legalidad, y
otro bajo el punto de vista de la religión.
Sobre el primero, querría decir que a mí
parecer es donde reside la problemática real del asunto. Porque el aborto desde
la perspectiva de la legalidad, es muy difícil valorar, interpretar, analizar y
decidir, donde está el límite en el que se pueda y se deba abortar, y especificar
los criterios por los cuales poderse llevar a cabo dicha acción, aún lo encuentro
mucho más complicado.
Porque tanto en la ley basada en supuestos,
como la ley de tiempos, siempre existirá situaciones y lagunas legales, y
dependiendo del momento de la gestación donde nos encontremos, o la situación
del feto y la madre, podremos estar hablando de bien un derecho, o bien un
delito.
Sobre el segundo punto de vista, desde la
perspectiva de las creencias religiosas, cualquier persona que creyera en Dios,
y quisiera cumplir hasta las últimas consecuencias esa doctrina, absolutamente
en ningún caso estaría permitida y legitimada el aborto, por lo tanto, si sólo
tuviéramos en cuenta este análisis, estaría muy clara la ley que se haría.
Pero por suerte o por desgracia, las leyes
sobre el aborto, no se hacen sólo basándose en el aspecto religioso, aunque hay
que reconocer que todas ellas están influencias en cierta manera por ello, aparte
se tienen en cuenta otra serie de factores, muy importantes y relevantes. Lo que está claro es que nunca la ley de
aborto, contentará a todos, siempre habrá personas descontentas sea cual sea la
decisión que se tome, ya que este tema como he dicho, es muy complicado de
analizar y de llegar a una sabia y justa elección.
Aún así bajo mi punto de vista, veo que dejando
a un lado la religión y dando más importancia al sentido común, hay tres casos
muy claros en los que se debería dejar abortar a toda mujer que así lo
decidiera, y esos no son otros que, cuando mujer haya sido violada, por peligro grave de la mujer, y por
malformidad grave del feto.
(fuente imagen, eldiario.es)
Jmg
Creo en Dios y me considero católica, pero si a mi hija la violarán jamás querría que tuviera ese niño, y si su vida peligra tampoco.
ResponderEliminar